"Noche de Miedo" sin terror

Corría el año 1985 cuando Tom Holland estrenó una comedia de terror titulada Fright Night que hasta hoy pasaba desapercibida para la mayoría de los mortales. No ha sido hasta el año 2011 cuando el público mundial se ha percatado de una pequeña joya cinematográfica que sobrevivía en las sombras desde hacía más de 25 años. El motivo de su vuelta a escena ha sido el remake que se ha estrenado recientemente bajo la dirección de Craig Gillespie y la actuación de Colin Farrell en el papel de aquel vecino vampiro que sembraba el pánico en una localidad próxima a Las Vegas. Una historia original con un guión flojito que se ha visto reversionada con una notable mejoría de efectos especiales. Un detalle, como viene siendo costumbre últimamente, Fright Night se nos presenta en 3D.

Cartel del film original 1985

Un aviso antes de seguir leyendo: si esperas encontrar una película de terror, ni te molestes. Pero ni con el remake ni con la original. Tenemos entre manos un género muy ochentero que rozaba la serie B, no por la escasa calidad de los efectos ni por el bajo presupuesto, sino por el guión en sí, por la historia. Nos encontramos ante un relato que apenas logra sobresaltarnos un par de veces y que arranca una sonrisa (a veces carcajada) en la mayoría de ellas.

Argumento muy simple. Típico adolescente estadounidense, más bien popular, vive solo con su madre en un pueblo residencial de lo más simétrico. La casa de al lado, hasta ahora vacía, es ocupada por un hombre, más bien atractivo, que pasa de lo encantador a lo sospechoso con un chasquido de dedos. Al final acabamos viendo una de vampiros que no tiene nada que ver con el Conde Drácula ni con los blanditos de la saga Crepúsculo.

Efectos especiales diseñados por y para el 3D. Parece que la tan novedosa tecnología avanza con paso firme. Fright Night consigue mantener durante prácticamente la totalidad de sus 106 minutos una constante sensación de tres dimensiones. No es que haya únicamente escenas impactantes con este recurso, como ocurría en la mayoría de films hasta ahora, sino que se hace un uso del 3D equilibrado durante todo el minutaje.

Conclusión, la película sorprende porque, sinceramente, te la esperas malísima. Se deja ver. Eso sí, un consejo, creo que es de esas historias en las que es mejor empezar viendo el remake, y si te gusta, acabar con un visionado de la original.

Saludos en tinta.