martes, 24 de enero de 2012

La vuelta de Raikkonen eclipsa a los nuevos campeones


A falta de dos semanas para que rujan en pretemporada los motores de los nuevos coches de la F1 los ojos se tornan otra vez en el duelo que, presumiblemente, mantendrán en 2012 Sebastian Vettel, Lewis Hamilton y Fernando Alonso. Los tres ya atesoran en sus vitrinas títulos que los avalan como Campeones del mundo y guardan como oro en paño los secretos de sus respectivos monoplazas de cara a la temporada que se acerca. Pero al margen del revuelo mediático que generan los favoritos en estas fechas, el piloto que más está llamando la atención es, sin duda, Kimi Raikkonen. El que fuera el número uno en 2009 ha decidido volver al Gran Circo después de haber pasado por otras competiciones del mundo del motor estos últimos años. Pilotará un Lotus Renault que aspira a poder disputarle algún Gran Premio a Red Bull, McLaren y Ferrari.


El regreso de un campeón siempre despierta buenas espectativas, pero ¿con qué se va a encontrar el finlandés en 2012? Con una competición que ha cambiado muchísimo desde que sus pasos se alejasen de los circuitos con un "adiós" que al final fue un "hasta luego". Un clásico como Jarno Trulli aseguraba recientemente que será difícil para Kimi adaptarse de nuevo a un coche de Fórmula 1. Y razón no le falta al italiano. Correr en un monoplaza no es como montar en bici. A pesar de que lo básico (acelerar, frenar y girar) siga siendo lo mismo, cada año los pilotos de la F1 se encuentran con algún botón nuevo en su volante para controlar alguna característica nueva del vehículo o algún sistema de seguridad novedoso impuesto por la FIA.

A todos se nos viene fácilmente a la mente el regreso del campeón entre campeones, Michael Schumacher. Después de una larga inactividad no resulta fácil la adaptación. El alemán volvió con la esperanza de poder subirse a lo más alto del podio en alguna carrera, pero tras unas semanas sentado en su nuevo bólido no pudo más que asegurar que todo había cambiado mucho y que necesitaba tiempo para adaptarse. Al final, el saldo definitivo es que apenas se ha visto brillar en 2011 al que se retiró como el más grande piloto de la historia de este deporte.


No obstante, la escudería a la que se une Kimi se presenta como una interesante alternativa al dominio Red Bull, como sucediera con la Renault de Alonso en los tiempos de la Ferrari de Schumacher. El coche de Lotus, sin dejar de ser uno más, parece que podría dar más de una alegría. Una cosa está clara, y es que aunque suene redundante, la actuación final de Raikkonen va a estar condicionada en su mayoría por la calidad del coche que tenga entre manos.

Las últimas noticias se antojan malas para el equipo del finlandés, ya que la FIA ha ilegalizado el revolucionario sistema de suspensiones que Renault había presentado en su coche para este año. La Federación Internacional quiere evitar con todas sus fuerzas pillarse los dedos para no volver a caer en las confrontaciones tácticas y legales con pilotos y escuderías en las que se vio envueltas en años anteriores. El antecedente de los difusores soplados del año pasado queda muy reciente en todas las retinas, y por eso se ha decidido que el mecanismo que permitía regular la altura de los monoplazas no era apto para la competición. Con este avance lo que se conseguía era mantener el morro a la misma distancia del suelo en las frenadas, con lo que se conseguía una optimización del rendimiento aerodinámico del coche.

Para repartir disciplina salomónica, también se han prohibido los difusores soplados, de tal modo que los ingenieros tendrán que estrujarse un poquito más las neuronas para intentar sacarle más partido al coche en cuanto a velocidad y aerodinámica se refiere. El objetivo está claro: arañar milésimas en cada curva, recta o adelantamiento para ganar décimas en cada vuelta.

No obstante, no nos podemos olvidar de otros grandes pilotos que seguro tendrán mucho que decir en esta próxima temporada 2012. Los Jenson Button, Mark Webber o Felipe Massa tratarán de demostrar que no hay motivos para ser considerados los segundos en sus respectivos boxes, aunque alguno de ellos tenga más tablas que otros. De Button y Webber no cabe reproche alguno. Cumplieron el año pasado con las espectativas y dieron exactamente la guerra que cabía esperar de ellos. El brasileño Massa tiene que demostrar aún algo más, aunque de ello dependerá también la competitividad de un Ferrari que, las cosas como son, últimamente no ha estado a la altura.

Esperando estamos, pues, el regreso de las vueltas rápidas, los adelantamientos y las estrategias. Ojalá no tengamos que atender demasiado a los revuelos económicos que desde España tenemos que sufrir: GP de Valencia arriba, GP de Valencia abajo. Esto es un deporte, muy caro sí, pero que lo importante sea eso: deporte.

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