La medicina natural está en peligro

Aún sin saber si se trata de una información verdadera, o un rumor todavía sin confirmar de forma oficial, o quizá, tan sólo, un invento de foros y blogs muy concurridos, se puede hablar de esta "noticia" como algo muy grave y a tener en cuenta. Según la información que se puede encontrar por toda la red, a partir del día 1 de abril de 2011 estará prohibido en toda la Unión Europa el uso de medicina natural para el tratamiento de enfermedades.

La medicina natural se basa en el uso de plantas no adulteradas químicamente

De este modo, cualquier tipo de solución para enfermedades comunes quedará bajo el abrigo de las grandes farmacéuticas, grandes promotoras de todo este tipo de medidas prohibitivas. Las personas sólo podrán medicarse con los productos que genere esta industria, sin ninguna otra opción, y pagando los precios que quiera imponer este gran motor de la química industrial.

Si finalmente estas medidas se llevan a cabo, se estará atentando contra nuestro derecho a elegir de qué modo queremos ser tratados de nuestras dolencias. Se está atacando de forma directa a una tradición que tiene siglos y siglos de historia, la de la medicina natural, carente de los poderosos y devastadores efectos secundarios que sí posee la medicina de la industria farmacéutica.

Esta nueva ley requiere que todas las preparaciones herbarias sigan los mismos procedimientos que los utilizados por los productos farmacéuticos. Incluso si la hierba ha sido utilizada como remedio durante miles de años. Así se consigue que únicamente las grandes empresas puedan hacer frente a los gastos que este procedimiento requiere.

Los herbolarios serán unos de los más perjudicados

Entre los más perjudicados por esta ley estarán aquellos que se dediquen al cultivo y preperación de estos productos de forma natural, empresas no industriales que se dediquen a la distribución de productos naturales y, sobre todo, los herbolarios. Estos representan un comercio clásico para cualquier ciudadano, y ahora están en peligro de desaparición.

Numerosas plataformas y asociaciones de consumidores se han alzado como líderes en la protesta contra esta futura medida. Lo más triste es que, como siempre, el que los consumidores o los ciudadanos protestemos no suele suponer nada para los poderes políticos y económicos que, al final, acabarán haciendo lo que les de la gana.

Saludos en tinta