La máquina cuántica, el invento del año.

Vale, ¿somos capaces de imaginarnos algo que está aquí y allí al mismo tiempo? ¿Quizá algo que se mueva y que no lo haga a la vez? ¿Hemos oído hablar de aquello que llaman física cuántica? A algunos les sonará a película de ciencia-ficción. A otros a cosas demasiado complejas para entenderlas (estos últimos no van muy desencaminados.

 

(Uno de los qubits desarrollados por el equipo de Andrew Cleland en la Universidad de California)

Pues bien, la revista Science ha premiado como "mejor invento del año" o "estudio más relevante del año" a la primera máquina cuántica, diseñada por Andrew Cleland, John Martins y su equipo (Universidad de California en Santa Cruz). Básicamente es una pequeña pestaña de aluminio (diminuta, más bien) que es capaz de vibrar mucho y poco al mismo tiempo.

Las teorías sobre física cuántica hablan de aquello que se mide en unidades mínimas, ínfimas casi, diminutas al fin y al cabo. Si se extrapolase, o se llevase al mundo de las cosas visibles, estaríamos ante los fenómenos más peliculeros que nos podamos imaginar. Sería posible ser invisible o teletransportarse. Curioso, ¿no?

No obstante, el premio se da porque se trata del primer objeto visible (igual de largo que un pelo de ancho) que es capaz de comportarse según las teorías de la física cuántica. Andrew Cleland declaró que habían "construido algo que puede estar en dos sitios a la vez y en dos estados al mismo tiempo".

Después de estos descubrimientos e investigaciones, se sitúan en la clasificación el cromosoma artificial y funcional descubierto por Craig Venter, el genoma del neanderthal por Svante Pääbo o la profilaxis del SIDA, cuyos ensayos han descubierto que se puede reducir el riesgo de contagio, entre otras investigaciones.

Saludos en tinta.