Este fin de semana nos dejó la huella de Rise Against, que el viernes se pasaron por la sala La Riviera de Madrid. ¿Lo positivo? Un directo potente, a pesar de que las cualidades técnicas de la sala, como suele ser habitual, no estuvieron a la altura. ¿El problema? La corta duración del concierto. Tan sólo una hora y cuarto de música de los de Chicago dejaron a la gente con enfado y mal sabor de boca por los 20€ invertidos.